jueves, 16 de junio de 2011

Alianzas

Los enfervorizados movimientos empresariales que se están produciendo en el mercado automovilístico a cuenta del desarrollo de los primeros modelos de vehículos eléctricos no se habían conocido nunca hasta ahora.

La mayoría de los fabricantes de coches han tardado apenas dos años en diseñar su propio modelo de vehículo eléctrico para no quedarse fuera de este negocio y, lo que es más trascendente para el conjunto de la automoción, han iniciado una acelerada carrera hacia la innovación a través de decenas de alianzas estratégicas entre compañías de las diferentes áreas de actividad.

Todos estos esfuerzos chocan, por el momento, con el problema de la falta de competitividad (en precio) de estos modelos respecto a sus homólogos convencionales. Ni siquiera los apoyos gubernamentales, articulados de forma diversa en cada país, han servido aún para mejorar la penetración de estos nuevos vehículos.

Y es que el coste de las baterías, junto a la infraestructura para la recarga, siguen siendo los grandes escollos sobre los que giran gran parte de los esfuerzos de innovación de las alianzas empresariales. Al margen de que el coche eléctrico ha llegado en una difícil coyuntura económica.

Renault, por ejemplo, mantiene acuerdos de colaboración con más de 100 empresas, entre los que destacan los firmados con NEC y LG para que les fabriquen baterías. Hay planes de puesta en marcha de tres factorías, dos en Europa y otra en Estados Unidos, para abastecer a los vehículos de la alianza entre Renault-Nissan y Nissan, respectivamente, e incluso vender baterías a otros fabricantes.

Peugeot ha recurrido Recurrir a la producción propia de baterías como forma de rebajar el precio de estos coches, ofreciendo además ofrece la posibilidad de recompra del vehículo mediante un renting.

Asimismo, Daimler ha alcanzado acuerdos con la compañía alemana Evonik y con la china BYD para el desarrollo de las baterías que portarán sus modelos eléctricos, lo que rebajará sustancialmente el precio de los vehículos.

En cuanto a la infraestructura de recarga, Toyota acaba de firmar un acuerdo con la firma americana WiTricity para desarrollar tecnología de recarga inalámbrica mediante la resonancia. Esta solución permitirá cargar la batería, sin cable, aparcando cerca de un cargador integrado en un domicilio o aparcamiento público.

De la misma forma las compañías tecnológicas y eléctricas (ver convenio entre Siemens y FCC o actuaciones de Endesa) han comenzado a moverse para desarrollar infraestructura de recarga por toda España.

En todo caso, está claro que, a día de hoy, el vehículo eléctrico tiene aún muchas cuestiones que resolver.

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